Jardín amplio, piscina climatizada, excelente relación calidad-precio

Las habitaciones necesitan una reforma. los muebles son viejos y mal cuidados, las bañeras no funcionan bien, y algunas áreas comunes son demasiado pequeñas para la cantidad de huéspedes. ¡Podrían mejorar mucho en esto!!!

Ubicación céntrica, habitaciones limpias y amplias con camas cómodas. El servicio en el restaurante muy amable, aunque el jacuzzi tiene costo extra. El desayuno variado, pero las almohadas un poco aguadas. Ideal para relajarse con la familia y disfrutar del jardín.

habitación espaciosa con vista al jardín

limpieza excepcional, desayuno abundante

ducha sin mampara

el hotel es un pck q no dse puede perder, el tratom es súper familiar y el desayuno está brutal, con tortillas y un montón de opciones buenas. el jardín y la piscina son un chill total, ideal para relajarse y desconectar. el staff es genial, súper atentos con los perros tb, así q tu mascota va a estar feliz.

lo malo es q el baño necesitaba un poco de actualización y las almohadas eran muy blandas, no me gustaron para nada.

El wifi funcionó bien, pero el desayuno tenía poca variedad y era escaso.

La habitación era amplísima y la cama súper cómoda, ideal para descansar. Me encantó el pack de bienvenida para nuestra mascota, un detalle genial. El jardín es amplio y muy agradable para pasear o relajarse. La comida del bar estaba muy rica y a buen precio. Solo que el wifi a veces fallaba. Además, el baño necesitaba un poco de actualización, y las almohadas eran muy blandas, lo que hizo que no descansara tan bien como esperaba. En general, un buen lugar para desconectar y disfrutar.

La cena en el restaurante tuvo una variedad excelente de platos, con embutidos de la región y un menú bien estructurado. El espacio del comedor es amplio y cuenta con una terraza bonita donde se puede disfrutar de las comidas.

La habitación que reservé no se correspondía con la que recibí. era más pequeña y tenía una cama plegable que dificultaba el movimiento. Además, el estado del mobiliario se sentía algo anticuado, con áreas comunes que parecía que necesitaban un poco de atención y los pasillos con pintura descascarada.

el servicio fue muy atento, pero el jacuzzi tiene costo extra por horas.

Insisto, este lugar es super recomendado para una escala de fin de semana.

Amplio jardín, excelente piscina, moderno bar, y todo muy limpio, donde disfruté de la tranquilidad en la zona de hamacas mientras tomaba un café por las mañanas y aproveché el parking gratuito que facilita la llegada y la exploración de la ciudad.

Todo cumplió con mis expectativas.

El jardín es un verdadero oasis. la piscina climatizada es perfecta para relajarse después de un día de actividades. El restaurante ofrece un menú delicioso con platos locales que no te puedes perder.

Podrían mejorar la variedad de almohadas, ya que algunas son muy finas.

Una experiencia muy linda

La habitación era amplísima y la cama súper comfy, ideal para descansar. Nos dieron un pack de bienvenida para nuestra mascota que fue un detalle genial. La comida del bar estaba muy rica y a buen precio. Solo que el wifi a veces fallaba, pero es un buen lugar para desconectar y disfrutar.

Pasamos un tiempo increíble con amigos. Disfrutamos de actividades familiares como patinaje sobre hielo y visitamos lugares hermosos como Arborètum en Queixans y Les Basses de Gallissà en Bellver. El diseño del hotel nos sorprendió, y la zona exterior con césped y las cómodas mesas son perfectas para relajarse.

Tuvimos problemas con la ducha, ya que no tenía mampara, lo que hizo que se salpicara un poco el baño. Aunque no afectó mucho nuestra experiencia, sería un punto a mejorar para que el lugar sea aún más cómodo.

La habitación era grande, con una cama muy cómoda. Me encantó el pack de bienvenida para la mascota, súper genial. Lo que sí noté es que el baño era amplio y la ducha tenía buena presión. Sin embargo, las almohadas eran muy finas y blandas, no me gustaron en absoluto. La calefacción estaba demasiado alta, así que tuvimos que abrir la ventana toda la noche.

El del Prado es como un gran abrazo al final de una larga jornada. Con un jardín tan amplio que podría ser escenario de un picnic improvisado, se puede disfrutar de la piscina climatizada durante todo el año. El restaurante es un verdadero festín para los sentidos, y la selección de platos típicos catalanes hará que cualquier amante de la gastronomía se sienta en el paraíso. La experiencia de degustar carne a la brasa y platos de temporada es como saborear un pedazo de historia.

Tamaño reducido de algunas áreas públicas